Además, Drios cuenta con un pequeño y hermoso lago que se encuentra a pocos metros del recorrido de las aguas subterráneas desde los arroyos de la montaña hasta los dos impresionantes embalses abiertos naturales que dan al mar en la playa de Drios proporcionando un impresionante espectáculo.

El pueblo de Drios difiere significativamente de las Islas Cicládicas griegas tradicionales debido a que su arquitectura es única. El pueblo no tiene una plaza principal, como es habitual. Más bien, hay una callejuela estrecha que, en sus extremos, tiene dos altos muros de piedra que conducen a la impresionante playa y el pintoresco puerto de Drios.

Según el mito antiguo, toda esta área pertenecía a un rico terrateniente que tenía en su poder un lugar con un antiguo varadero justo a la orilla del mar. Se decía que construyó esos altos muros de piedra para que los granjeros que trabajaban en los campos no pudieran ver a su preciosa mujer bajando a lomos de su caballo por el sendero hacia el mar.

El antiguo interés del pueblo de Drios es igual de grande. Drios se encuentra junto a una pequeña aldea llamada Pyrgaki, donde se encuentran los restos de un asentamiento prehistórico sumergido de la Edad del Bronce junto con muchos otros descubrimientos y monumentos antiguos. Asimismo, la playa de Drios y la zona cercana a la isla desierta de Drios presenta muchos restos de naufragios para aquellos que deseen investigar y explorar el impresionante lecho marino.

El pueblo de Drios se sale de la norma con su increíble aura e historia que inspiran a los visitantes a descubrir los tesoros únicos de la isla.